El objetivo de mi «experimento»…

Como explicaba en mi post introductorio, a través de diferentes ejemplos quiero reflejar la realidad de mucha gente, con exceso de peso o sin él, pero con trabajo por hacer de autocontrol. Cuando alguien es consciente de que no sabe parar y ve el problema, se tiende a querer salir de él sin esfuerzo o con excesiva prisa. ¡No hay nada peor que sentirnos como marionetas en manos de la comida!

Hay que pensar que el autocontrol no significa privación. Por ejemplo, la paciente del caso III se priva en muchas ocasiones y es fuerte, aguanta bastantes días, pero no le puede durar mucho más, porque en el fondo se está privando. Si, por el contrario, fuera más flexible, pero tuviera más control sobre sus actos, no le daría tanta importancia y no se sentiría castigada continuamente.

Como decía Séneca: “La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo”. Porque si te convences de que necesitas dulce o chuches para ser feliz, en realidad has dejado de ser libre. Sin disciplina, no hay libertad, y solo cuando puedas tomar tus propias decisiones sin ser esclavo de tu mente, tendrás el manejo suficiente para llevar una vida plena y saludable.

Aquí comparto el caso de, Eufrasio, por ejemplo, que come muy rápido. Es vegetariano desde hace un año, con un peso óptimo desde hace unos 10 años y al que le propuse que comiera algo como patatas o frutos secos, con la intención de coger unos cuantos, y cerrar la bolsa. A los pocos días hizo el experimento con pistachos. Me comenta que se comió toda la bolsa y no paró hasta terminarla.

Una de las cosas buenas es que en ningún momento apareció sentimiento de culpa. Eran pistachos tostados sin sal. Se sintió saciado al acabar, pero no indigesto.

Helena: ¿Qué estabas haciendo mientras comías los pistachos?

 

Eufrasio: Nada, fui a la cocina, vi qué frutos secos teníamos y al ver los pistachos, pensé en hacer esto que dijiste.

 

Helena: Antes de abrir la bolsa, ¿pensaste cuántos ibas a comer?

 

Eufrasio: Como dije, sí, pensé en hacer lo que me dijiste.

 

Helena: ¿Te planteaste que, como era comida saludable, no importaba cuanto comieras?

 

Eufrasio: No, el reto lo pensé con esto, algún fruto seco, porque no suelo tener patatas fritas o cosas así, no saludables.

 

Helena: ¿Te puedo llamar Eufrasio en mi artículo?

 

Eufrasio: por favor XD.

En este caso, el saber que los pistachos son frutos secos, y por tanto comida sana, y que él siempre come comida sana y mantiene su peso adecuadamente, no le generó culpa ni se planteó que se sentía mal por no poder parar. Pero sí está claro que es consciente que comer una bolsa de pistachos entera (1200 kcal por bolsa) no es del todo tener autocontrol. Por lo menos, al plantearle el reto, meditó acerca del autocontrol, y quién sabe, lo mismo algún día lo maneja y lo consigue.

 

Sobre el experimento…

  • Consulta aquí las premisas iniciales.
  • Consulta aquí el caso I.
  • Consulta aquí el caso III.
  • Consulta aquí el caso IV.
  • Consulta aquí el caso V.
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